La villa cántabra recibirá al emperador el próximo viernes 20 de septiembre, como viene siendo habitual, antes de emprender su camino hacia Yuste
Carlos V desembarcó en Laredo un 28 de septiembre de 1556, en su playa de la Salvé; para después emprender camino hasta su retiro definitivo, el Monasterio de Yuste. Una villa que celebrará este viernes día 20 una nueva edición de su ya tradicional desembarco. Una villa que todavía conserva el aroma de aquellos tiempos.
Uno de los puertos más importantes del norte de la península en la época, además de puerto de Castilla, de la Realeza, comercial y de milicias, fue el lugar donde desembarcó el emperador Carlos V junto a sus hermanas María de Hungría y Leonor de Francia para emprender su viaje definitivo hasta el Monasterio de Yuste, en Extremadura.
Una villa en la que, como nos comenta Marian Riñones Cañizo, presidenta de la Asociación Cultural El Palenque, “la mayor parte de la población estaba compuesta de hidalgos del común, gente humilde que realizaba diferentes oficios tales como arrieros, costureras, calafates, marineros, etcétera; y en la que también vivían linajes como los Villota, los Obra, Cachupín o Escalante”. Tanto aquéllos como éstos son recreados por dicha asociación en el festejo que conmemora el desembarco del emperador Carlos V en Laredo.
Asimismo, las mujeres de Laredo tampoco pasaban desapercibidas para quienes arribaban a su puerto, “sobre todo por sus tocados coniformes”, detalla Marian Riñones Cañizo. Se trataba de tocados levantados con hasta seis varas de lino fino para darles formas, fálicas en algunos casos, aunque la mayor parte no pasaban de ser tocados bajos bastante más discretos. “Su altura, hasta de dos palmos en algunos casos, no les impedían a sus portadoras realizar las tareas diarias”, apostilla aquella presidenta.
Una atmósfera renacentista única que envolverá, un año más, Laredo como viene siendo costumbre desde hace ya un par de décadas.
Y si queréis completar estos conocimientos, no dudéis en echar un vistazo a este vídeo elaborado por la Asociación Cultural El Palenque, socio colaborador de nuestra red de rutas: