Ocurrió en 1952, y pudo disfrutar de una visita tranquila, casi anónima, dada la poca repercusión de su visita a Granada
La Alhambra ha atraído la atención de todo tipo de personas, desde los más mortales a los considerados menos. Aquellos que, de una manera o de otra, ya tienen ganada la inmortalidad. Una de ellas fue la de Margarita Carmen Cansino. Ese era su nombre mortal. El inmortal, Rita Hayworth.
Cuenta la leyenda que Rita Hayworth visitó Granada en 1952 animada por lo que le dijo meses atrás el director de fotografía de la película La dama de Trinidad; quien decían haber estado en un lugar con una luz fascinante que le permitió capturar plazas, monumentos, la nieve de las montañas, las tonalidades de la vega…
Ese lugar se llamaba Granada.
Pocos meses después de recibir aquella recomendación, la hija del bailarín español Eduardo Cansino Reina decidió visitar Granada. Una visita sin agobios a pesar de tratarse de una de las grandes actrices de Hollywood de la época. Apenas un par de líneas le dedicaron los periódicos de la época, lo que le permitió recorrer Granada y, especial, las estancias de La Alhambra sin agobios ni tampoco verse reconocida, como puede verse en esta foto de la Agencia EFE.
¿Cómo es posible que una de las actrices más importantes de Hollywood de la época pudiera hacer una visita así, con esa tranquilidad? Posiblemente porque Gilda, la película que la hizo eterna, estaba catalogada para mayores de 21 años por la actitud sensual que la Hayworth desplegaba en aquella época. Las fotografías de aquella película fueron calificadas como indecentes por la Iglesia Católica.
Al regresar a Estados Unidos, se cuenta que llamó a su amigo Glenn Ford —su compañero de rodaje en aquella ya mítica película— para relatarle lo emocionada que estaba por todo lo que vio y pudo vivir en La Alhambra, además de insistirle para que la visitara en cuanto pudiera.
Glenn Ford nunca visitó Granada, pero si recomendó la visita a varios compañeros, llegando la recomendación hasta Grace Kelly, que conoció La Alhambra, ya retirada del cine, en compañía de su esposo, Rainiero de Mónaco.
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