Una villa medieval que, además, es el municipio más pequeño de Vizcaya; y el único por el que hay constancia del paso del emperador Carlos V
Lanestosa, paso natural desde la meseta castellana hacia el Cantábrico, se constituyó en la segunda villa del antiguo señorío de Vizcaya, por detrás de Balmaseda. Una villa medieval. Más que eso: un lugar de ensueño.