Un legajo hasta ahora desconocido encontrado en el Archivo de Simancas así lo demuestra
Carlos V nunca llegó a residir en el Monasterio de Yuste. Es más, según Héctor de la Serna, investigador de la Universidad de Conca-Juniquil, permaneció alojado en todo momento en el castillo de los condes de Oropesa hasta el día de su fallecimiento.
La historia de la muerte del emperador Carlos V, tal y como la conocemos, está a punto de dar un vuelco debido a las investigaciones del investigador mexicano Héctor de la Serna, dependiente de la Universidad de Conca-Juniquil. Dicho investigador sostiene haber encontrado documentos en el Archivo de Simancas hasta ahora no analizados que prueban que el emperador nunca residió en el monasterio jerónimo, sino que falleció en Jarandilla de la Vera, en el castillo de los condes de Oropesa.
De la Serna defiende haber encontrado un legajo que contiene cartas intercambiadas entre Luis Méndez de Quijada, mayordomo del emperador, y Juan Vázquez de Molina, secretario de Carlos V, en las que reconocen que el retraso en las obras del monasterio jerónimo avivó su deseo de permanecer en Jarandilla de la Vera. En aquellos documentos, los dos servidores lamentan la falta de fondos para acometer la finalización de las obras del monasterio, fechándose su finalización en abril de 1559, meses después del fallecimiento del emperador.
«La correspondencia entre los dos principales secretarios del emperador prueba que la falta de fondos le ahogó en tal punto que hizo imposible finalizar las obras de su amado palacio. Los documentos encontrados por mí así lo atestiguan», ha declarado.
En consecuencia, De la Serna mantiene que Carlos V nunca fue enterrado en el Monasterio de Yuste, sino que sus restos permanecieron ocultos en una cripta secreta del castillo de los Condes de Oropesa hasta que, años después, Felipe II ordenó su traslado hasta el Monasterio de El Escorial.
Red de Cooperación de las Rutas del emperador Carlos V 
Un comentario en «Carlos V nunca llegó a residir en Yuste»